lunes, 12 de julio de 2010

Algo de historia y un video

Montería


El escudo de Montería fue diseñado durante la administración del abogado Rafael Yances Pinedo, quien encargó al jefe de negocios generales de la alcaldía de Montería, Mario Arbeláez Ceballos, para que diseñara el escudo y la bandera del municipio. El escudo fue adoptado por Decreto 076 del 9 de junio de 1960 de la alcaldía municipal. En la parte superior del estandarte aparece un jaguar, símbolo mágico religioso de los Zenúes. El escudo tiene dos cuarteles. El superior contiene una lira sobre un fondo azul que simboliza el sentimiento musical del monteriano. El cuartel inferior contiene dos manos ofreciendo los frutos de la tierra y una banda azul en medio de un fondo verde que representan el río Sinú y su valle, respectivamente. En la orla blanca se lee MONTERÍA CARPEANT TUA POMA NEPOTES, expresión latina que significa Montería, que tus hijos recojan tus frutos



Al igual que el escudo, la bandera fue adoptada por Decreto #076 del 9 de junio de 1960 de la alcaldía. Su diseño estuvo a cargo del mismo Mario Arbeláez Ceballos. La bandera está dividida en cuatro partes: el rectángulo superior izquierdo de color rojo es símbolo de pujanza y heroísmo. Los rectángulos superior derecho e inferior izquierdo de color blanco representan la paz. El rectángulo inferior derecho, de color azul es símbolo del cielo y del espacio. En el centro de la bandera se ubica una estrella dorada de cinco puntas que simboliza el oro del gran Sinú.

MONTERIA

Es la capital del departamento de Córdoba. Está ubicada al noroeste del país, a orillas del río Sinú, por lo que es conocida como “La perla del Sinú” Con una población de 581.000 habitantes (según el proyecciones del DANE), es uno de los centros ganaderos, agroindustriales y culturales más importantes de la Costa Caribe colombiana. Es considerada la capital ganadera de Colombia, anualmente celebra la Feria de la Ganadería en el mes de junio. Es además, un importante centro comercial y universitario.

Montería es la capital del departamento de Córdoba desde 1952, cuando se separó territorialmente del departamento de Bolívar. Los primeros intentos de su fundación datan de 1759 sobre las márgenes del río Sinú, pero su fundación oficial no se dio sino hasta 1777. La primitiva población fue bautizada por su fundador, don Antonio de la Torre y Miranda, con el nombre de "San Jerónimo de Buenavista".

ALGO DE HISTORIA

La ciudad fue fundada oficialmente el 1º de mayo de 1777 por Antonio de la Torre y Miranda, quien la trasladó a su actual ubicación en la ribera derecha del río Sinú y la bautizó como San Jerónimo de Buenavista. Posteriormente fue renombrada como San Jerónimo de Montería.


El nombre Montería se da en honor a un primer poblado levantado en el lugar de las monterías, llamado así por ser el sitio de reunión de los monteros que cazaban en sus alrededores.


Montería se elevó a la categoría de villa en 1807, a cabecera de distrito en 1840 y a municipio en 1923. Actualmente es la capital del departamento de Córdoba.
Según algunos historiares un grupo de indios le propusieron, en 1759, a las autoridades coloniales fundar un pueblo, el cual nunca fue autorizado ni establecido.

Señalan que 13 años más tarde este mismo grupo de indígenas volvió a proponer al gobernador de Cartagena la fundación de otra población diferente, para ser localizada en el sitio de las monterías.

Finalmente y para cumplir las solicitudes de los indígenas, don Juan Torrezar Díaz Pimienta, gobernador de Cartagena, comisionó al oficial Antonio de la Torre y Miranda para que se trasladara al lugar donde debería fundar el pueblo.
Indican que Antonio de la Torre y Miranda con su grupo llegó al sitio donde estaba edificado el rancherío de las monterías que llaman Buenavista' al finalizar el mes de abril de 1977. Se percató de que los pobladores habían construido sus viviendas sobre pequeños montículos que sobresalían en un terreno anegadizo, al parecer la fundo con 170 familias que sumaban 854 personas.

Casas en la Avenida 20 de Julio, hoy Avenida Primera

Mercado Público en la Avenida Primera entre calles 30 y 31.

Avenida Veinte de Julio [Avenida 1a]. A la izquierda kiosco de ventas de refrescos y otras bebidas. Se destaca la indumentaria de la época. A la derecha, un grupo de casas y una carreta de tracción animal por el centro de la Avenida sin pavimentar. Es típica la vegetación que siempre a ornamentado la ribera del río Sinú

Calle del Comercio [Calle 30] con Avenida Primera

Lancha que navegaba en el río Sinú

Un espectáculo que congregaba gran cantidad de público en la Avenida 20 de Julio, hoy Avenida Primera, eran las famosas carreras de caballos. En la foto una de esas piquerias de principio de Siglo XX, alrededor de la famosa Bonga.

Plaza de Toros. Hoy Parque de Bolívar. Se celebraban dos fiestas de corralejas, la patronal el 30 de septiembre -de San Jerónimo- y la del Dulce Nombre de Jesús el 20 de enero. Las últimas corridas en este sitio se hicieron en enero de 1914, año en que se inició construcción del actual Parque de Bolívar y empezó a funcionar el Circo Teatro de Montería.

Foto de la Avenida Primera, a la altura de la calle 27. A la derecha casa de la familia Lacharme. Se observa la doble calzada en arena, con separador central. Igualmente, se puede apreciar con más detalle la estructura del camellón que bordea la Avenida.


Teatro Montería -inicialmente Teatro Roxy-, estuvo localizado en la esquina de la calle 29 con carrera 4a. El más popular y recordado de los teatros de Montería.

Más de Montería

"Esta ciudad fue fundada por cazadores, pescadores y madereros procedentes de Chuchurubí, La Ceiba, Mocarí y Cereté. La historia cuenta que en 1744 don Juan de Torrezar Díaz Pimienta le otorgó oficialmente el nombre de San Jerónimo de Buenavista, pero ceiberos y chuchurubieros impusieron su nombre original: MONTERIA. Cuenta asimismo que Antonio de la Torre Miranda fue comisionado por el gobernador de Cartagena para encontrar por el alto Sinú un paso de fácil acceso hacia Urabá.. Este camino nunca pudo ser hallado y al regresar encontró que los Cunas habían incendiado la ciudad. Así que en 1777, este ingeniero vuelve a fundar la población con el nombre de San Jerónimo de Montería. Realmente, esta ciudad capital no necesitó de espaldarazo español para surgir a la vida administrativa. Sus dos primeros barrios: Chuchurubí y la Ceiba hablan claramente de su origen".

LOS PRIMEROS MONTERIANOS

COSTUMBRES Y VESTIMENTA

A pesar de los escasos elementos que tenían para embellecer y alegrar sus vidas los monterianos de antaño eran alegres y entusiastas. Les gustaba sobremanera el baile y para amenizarlo tocaban una especie de "marimba" que construían con la vena de la palma de corozo y con las ramas flexibles del totumo. Golpeadas esa vara con un bolillo de maderas finas y aproximadas a la boca como si se tratara de una trompeta daban notas musicales bastante sonoras que animaban a los discípulos de Terpsícore. Tenían, además, una especie de pito hecho con la palma del corozo y el bangaño que hacía las veces de redoblante con el sonido más o menos armonioso y un tanto melancólico de tan primitivos instrumentos; bailaban y se divertían con sana alegría.

Lo más granado de aquella sociedad en embrión asistía a los bailes, vestidas las mujeres con telas de "tula" y calzadas con sus babuchas de orejitas; los hombres con el pantalón de "coleta", camisa listada, pañuelo floreado al cuello, abarcas de tres hoyos, sombrero cubano con anchos gallardetes en la copa y con sus "hojas" terciadas al cinto.

Esas hojas o espadas eran colocadas en el interior de la sala de baile y de su puño colgaban los respectivos dueños su sombrero; cuando por vez primera alguno de esos caballeros deseaba sacar a una dama tomaba su espada y presentaba con una gran reverencia; si la dama, aceptaba la invitación correspondía con otra inclinación de cabeza y se levantaba para bailar.

En un principio se colocaban las parejas frente a frente y cogidas de la mano. Dando luego un paso adelante y otro atrás movían el cuerpo rítmicamente: esa forma de bailar se conocía con el nombre de "martilinga".

Más tarde hicieron su aparición entre otros instrumentos una especie de tambor corno de un metro de alto y forrado en cuero que recibió el nombre de "golpeado"; "los pitos" hechos de carrizo que recibieron los nombres de "gaita" y de "macho"; finalmente, el cascabel de totumo o "guacho" que conocernos ahora con el nombre de "maracas".

Con la sucesiva aparición de esos instrumentos fue variando bastante el modo de bailar descrito anteriormente. Entonces se puso de moda el paso ligero y repicado acompañado de rítmicos movimientos de la cabeza y de los pies ya que con estos últimos se llevaba el compás. Ese baile fue conocido con el característico nombre de cabezona. Años después, pero siempre, con acompañamientos de los mismos instrumentos, se bailó la "cumbia " o "cumbiamba " colocándose las parejas sueltas alrededor de la música en forma de ola o de círculo giratorio. Las mujeres portaban en la diestra paquetes de velas encendidas y a veces llevaban sobre la cabeza roscas de pan fresco que recibían las banderillas de sus admiradores siendo dichas banderillas legítimos billetes hasta de cinco y diez pesos cada uno. De esas diversiones nacieron los festejos de la "Pascua Florida" que a tantas gentes alegraron en estas apartadas tierras de Montería. Tan populares fueron, que se establecieron sonadas piquerias entre los barrios rivales de "La Ceiba" y "Chuchurubí", piquerias que se prolongaban durante las veinticuatro horas del día y de la noche y que duraban una semana entera y a veces más. En ellas se pusieron de moda las banderas, las fuentes de "agua de kananga", los carros alegóricos y la quema de espermas en cantidades asombrosas.

Después de un pasado monótono y triste las nuevas generaciones iban conociendo días mejores y la vida de los monterianos transcurría alegre y bulliciosa, haciéndose patentes el progreso y la civilización en su formas más modernas, entonces fue cuando se fundó una academia de baile y conocieron nuestros abuelos el arpa, aristocrático instrumento traído por primera vez a estas tierras por la señora Ana Lora. El arpa fue durante algunos años el instrumento preferido de la buena sociedad y se empleó para fomentar bailes de categoría en casas particulares y hasta en el atrio de la iglesia parroquial.

Las mujeres acomodadas usaban ropas hechas con telas de color llamadas "tulas" introducidas por el señor José del Carmen Rivera, que viajaba entre Lorica y Montería con hartas dificultades.

Esas primeras damas monterianas no eran esclavas de la moda y la hechura de sus trajes no presentaba mayores complicaciones: corpiños muy escotados, mangas cortas al pegue de la cabeza del brazo. La costura igualmente sencilla se hacía con hilos de algodón preparado aquí mismo con fibras de la planta que se daba en estado silvestre y que se hilvanaban con husos iguales a los utilizados por los indígenas. Las señoras calzaban sandalias durante los días de trabajo y babuchas de orejitas en los días festivos y adornaban sus corpiños o polleras con trencillas negras o coloradas.

Los hombres con posibilidades económicas vestían pantalones bombachos de "coleta" y camisas de colores listados que usaban fuera del pantalón de manera que la modita no es tan nueva que digamos. También llevaban abarcas y sombrero cubano, pero en los días ordinarios su atuendo era menos complicado: una paruma y si acaso una camisa de "cotón". Los individuos de ambos sexos llevaban el cabello largo pero los hombre se lo acortaban a la altura de los hombros. Se carecía de espejos, pero eran éstos reemplazados por el agua que se conservaba en ollas de barro que se cristalizaban cortándola con "tuna". A falta de peines y peinetas hacían uso de las manos o se ingeniaban para fabricarlas de madera o de hueso. Mantenían sus uñas cuidadosamente cortadas y eran escrupulosos e ingeniosos para conservarse siempre aseados y bien presentados.

En las clases humildes las mujeres vestían de una tela llamada "pola", que se expendía en varios colores, pero sus trajes carecían de todo adorno usando tan sólo faldas y camisetas cortas llamadas "cabos"; por lo común andaban con los pies descalzos.

Los hombres libres usaban a diario la "paruma" y a falta de suela fabricaban sus sandalias y abarcas con la concha de un árbol especial y las ensartaban con fibras sacadas de la corteza de la "majagua". No acostumbraban el sombrero pero sí las argollas en las orejas, igual que las mujeres.

Para aplanchar la ropa se emplearon en un principio mazorcas de maíz y después botellas vacías hasta cuando José María Tordecilla Berástegui introdujo las primeras planchas metálicas.

Para alumbrar sus viviendas hicieron uso en un principio del "pabilo" fabricado con cera de abejas silvestres. Vino después el "candil" hecho de trapos torcidos v empapados en grasa de pescado o de otros animales silvestres. Eran esas las únicas luces que taladraban la oscuridad de las pobres viviendas donde se albergaban nuestros antepasados. Para transitar por el vecindario, en noches oscuras, se alumbraban con tizones de candela, pero todo eso pasó a la categoría de anticuado al hacer su aparición los "mecheros", de aspecto curioso y de forma elegante, fabricados con hojalata y que colocados en un recipiente llano de manteca colorada daban una luz bastante clara. Esos aparatos fueron introducidos de Cartagena por don Manuel Cabrales Armesto apellidado "El Ocañero" y prestaron servicios durante muchos años.

VIDEO SOBRE LA HISTORIA DE MONTERIA

Años atrás llegar a Montería era llegar a un pueblo grande con poco atractivo, en el que no daban muchas ganas de quedarse. Hoy por hoy la ciudad ha dado un giro total y se ha convertido en un sitio digno de visitar y donde es fácil amañarse. Hoy no es extraño encontrar en cualquier sitio de la ciudad, obras de infraestructura que hace algunos años, sólo imaginábamos los monterianos. Las construcciones en curso y las que se proyectan sin duda alguna le cambiará aún más la cara a esta ciudad capital.


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